La organización participó en el principal encuentro energético de América Latina y el Caribe

Alinnea presenta su informe sobre inversiones en industria verde en América Latina en la Semana de la Energía de OLADE

10/08/2025

La Semana de la Energía de OLADE se consolidó un año más como el foro político y técnico más relevante del sector energético en América Latina y el Caribe. Celebrada en Santiago de Chile del 30 de septiembre al 3 de octubre, la cita reunió a más de 2.500 participantes de 49 países, entre ellos los ministros y ministras de Energía de los 27 Estados miembros de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), junto a representantes de organismos internacionales, empresas, universidades, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil.

Se trata de una cita única para debatir sobre los grandes desafíos de la agenda energética regional, abordando desde la transición energética justa hasta la seguridad de suministro, la innovación tecnológica y las oportunidades de cooperación birregional. En ese marco, alinnea tuvo una presencia destacada con la presentación del informe “Acelerando las inversiones en industria verde en América Latina. Recomendaciones desde el diálogo multiactor”, así como con la participación de Gemma Bedia, senior Project Manager  de la organización, en una mesa redonda dedicada a los incentivos a la inversión privada en eficiencia energética.

 

Un espacio clave para el diálogo energético regional

La Semana de la Energía de OLADE constituye el espacio central de diálogo político y estratégico sobre energía en América Latina y el Caribe. En esta edición, el evento reunió a 220 panelistas y 160 organismos internacionales para debatir las prioridades de la transición energética en la región.

Entre sus principales hitos se incluyó la Reunión Anual de Ministros y Ministras de Energía de OLADE, en la que se aprobaron importantes “Decisiones Ministeriales” sobre energía y trabajo, diálogo regulatorio regional, transición justa con comunidades locales y almacenamiento de energía eléctrica. Asimismo, la mayoría de los países de la región adoptaron el compromiso de alcanzar el 95% de cobertura de acceso a tecnologías de cocción limpia en América Latina y el Caribe, con rutas nacionales adaptadas a cada contexto socioeconómico.

En esta edición, la Semana de la Energía contó por primera vez con la participación de la Comisión Europea como observadora, representada por Cristina Lobillo, directora de Seguridad Energética y Relaciones Internacionales de la Dirección General de Energía. La presencia europea puso de relieve el creciente interés por reforzar la cooperación estratégica entre la Unión Europea y América Latina en materia de transición justa, inversión sostenible y seguridad energética, ejes que se alinean directamente con las propuestas del informe presentado por alinnea.

 

Alinnea presenta su informe sobre inversiones en industria verde en América Latina

En el marco de esta cita, alinnea presentó su informe “Acelerando las inversiones en industria verde en América Latina. Recomendaciones desde el diálogo multiactor”, en un encuentro celebrado en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Santiago de Chile.

El documento recoge las conclusiones del grupo de trabajo impulsado por alinnea entre junio y septiembre de 2025, que reunió a más de cuarenta representantes de gobiernos, empresas, organismos multilaterales y del ámbito académico. Su objetivo: identificar medidas concretas para movilizar inversiones en industria verde en América Latina y el Caribe.

El informe parte de un diagnóstico claro: la región necesita multiplicar entre ocho y diez veces su inversión anual en acción climática para cumplir con sus compromisos de descarbonización. Actualmente, los flujos destinados a transición ecológica representan apenas el 0,5% del PIB regional, frente al 3,7–4,9% que serían necesarios para cumplir con las metas climáticas hasta 2030.

Entre los principales nudos críticos identificados, el informe subraya la insuficiencia de capital público, la fragmentación institucional, la escasa integración de los objetivos climáticos en las políticas económicas, los déficits tecnológicos e infraestructurales y la limitada participación ciudadana en la definición de proyectos.

A partir de este diagnóstico, alinnea plantea cinco líneas de acción estratégicas:

  1. Armonizar marcos regulatorios y crear taxonomías verdes comunes, garantizando la participación de comunidades locales, pueblos indígenas y pymes.
  2. Desplegar instrumentos financieros innovadores, como bonos verdes soberanos, fondos birregionales o canjes de deuda por naturaleza.
  3. Invertir en infraestructura crítica (transmisión eléctrica, almacenamiento, reciclaje) y en capital humano especializado mediante programas de formación en empleos verdes.
  4. Fortalecer los sistemas de información climática y financiera, estandarizando reportes de sostenibilidad.
  5. Consolidar la cooperación birregional entre América Latina y la Unión Europea, a través de mecanismos de gobernanza climática, diplomacia verde y observatorios macroeconómicos compartidos.

El informe estará disponible próximamente en la web de alinnea.

 

El papel de la inversión privada en la eficiencia energética

Además de la presentación del informe, alinnea fue invitada a participar en la mesa redonda “¿Qué incentiva al sector privado a invertir en eficiencia energética en América Latina y el Caribe?”, en la que Gemma Bedia, experta en Cambio Climático de la organización, abordó el papel del sector privado y de la cooperación birregional para cerrar la brecha de financiamiento climático.

Bedia recordó que “la brecha de financiamiento climático en América Latina es muy profunda: la región necesita entre un 3,7 y un 4,9 % de su PIB anual hasta 2030 para cumplir sus compromisos, y hoy apenas llega al 0,5 %. La inversión privada es, por tanto, indispensable para cerrar ese vacío”.

Sin embargo, subrayó que el desafío no se limita a la cantidad de capital movilizado, sino también a su destino: “La cuestión no es solo cuánto capital se moviliza, sino hacia dónde y para quién. Si la eficiencia energética se limita a proyectos de grandes corporaciones, reproduciremos desigualdades. La transición verde debe ser también un motor de cohesión social y territorial”, afirmó.

En este sentido, defendió la necesidad de mecanismos financieros inclusivos que acerquen los beneficios de la transición energética a pymes, cooperativas, municipios y hogares. “Desde microcréditos para tecnologías limpias hasta hipotecas verdes o garantías que permitan a pequeños productores acceder a capital: la inversión privada en eficiencia energética no solo cierra la brecha financiera, sino que multiplica los beneficios en empleo, inclusión social y resiliencia local”, explicó.

Respecto al papel de la cooperación birregional, Bedia destacó que “la cooperación entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea es especialmente estratégica para cumplir los objetivos del Acuerdo de París”. Añadió que “la falta de estándares comunes y la fragmentación regulatoria generan incertidumbre y encarecen la financiación en la región. Por eso, la cooperación birregional puede servir de puente, transfiriendo estándares europeos, apoyando taxonomías verdes regionales y movilizando recursos del Global Gateway”.

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Video: Mesa redonda ‘¿Qué incentiva al sector privado a invertir en eficiencia energética en América Latina y el Caribe?’